Direct To Consumer y Black Friday: ¿es posible?

Direct To Consumer (D2C) y el Black Friday son dos conceptos relacionados en el mundo del comercio, pero operan en direcciones opuestas. Mientras que el D2C se enfoca en la eliminación de intermediarios y la venta directa de productos o servicios al consumidor, el Black Friday es un evento de compras que a menudo involucra múltiples intermediarios en la cadena de suministro. ¿Es posible juntarlas para obtener el máximo beneficio? La respuesta es sí, pero te lo vamos a explicar con más detalle. 

Las ventajas de ser una marca D2C y el Black Friday

El Black Friday es una de las fechas más esperadas por los consumidores y los comerciantes. Se trata de un día en el que se ofrecen descuentos y promociones especiales en todo tipo de productos y servicios. Sin embargo, no todos los sectores se benefician por igual de esta jornada de compras masivas. En particular, las marcas que venden directamente a los consumidores, conocidas como (D2C), se enfrentan a un dilema: ¿es compatible el modelo D2C y el Black Friday

Las marcas D2C son aquellas que eliminan a los intermediarios y venden directamente a los consumidores, ya sea a través de su propia plataforma online, de redes sociales o de tiendas físicas propias. Las ventajas de este modelo de negocio son varias. Por ejemplo:

  • Mayor control sobre el producto, el precio, la distribución y la comunicación con el cliente.
  • Mayor margen de beneficio al evitar los costes asociados a los intermediarios.
  • Mayor capacidad de innovación y adaptación a las necesidades y preferencias del consumidor.
  • Mayor fidelización y lealtad del cliente al ofrecer una experiencia de compra personalizada y diferenciada.

Las marcas D2C han demostrado ser capaces de crear comunidades fieles y comprometidas con sus valores y su propuesta de valor. Según un estudio de Shopify, el 71% de los consumidores estadounidenses dice que es más probable que compre productos de marcas independientes o D2C que de grandes empresas.

Los retos del Black Friday para las marcas D2C

Sin embargo, el Black Friday supone un reto para las marcas D2C, ya que implica entrar en competencia directa con otras marcas que pueden ofrecer precios más bajos gracias a su mayor volumen de ventas o a su menor calidad. Además, puede erosionar la imagen de marca y la percepción de valor de los productos D2C, al asociarlos con una estrategia de descuentos agresivos que puede restar credibilidad y confianza al consumidor.

Por otro lado, el Black Friday también puede ser una oportunidad para las marcas D2C, ya que les permite captar nuevos clientes que buscan probar productos diferentes y originales, o que quieren aprovechar una oferta puntual para adquirir un producto de mayor calidad. Asimismo, puede ser una forma de recompensar y fidelizar a los clientes habituales, al ofrecerles un beneficio exclusivo por su lealtad.

Según los datos de Shopify, las ventas globales de las marcas D2C alcanzaron los 6.3 mil millones de dólares durante el fin de semana del Black Friday / Cyber Monday, lo que supone un aumento del 19% respecto al año pasado. Además, el 47% de los consumidores globales compró productos de marcas independientes o D2C durante este periodo.

¿Cómo participar en el Black Friday sin perder la esencia?

La clave para que las marcas D2C puedan participar en el Black Friday sin perder su esencia es diseñar una estrategia que se adapte a sus valores, a su propuesta de valor y a su público objetivo. Algunas posibles opciones son:

  • Descuentos selectivos y limitados en algunos productos o categorías, sin afectar al margen de beneficio ni al posicionamiento de la marca.
  • Descuentos condicionados a la compra de varios productos, al suscribirse a un servicio o al recomendar a un amigo, incentivando así el aumento del ticket medio y la fidelización.
  • Descuentos solidarios o sociales, destinando una parte del beneficio a una causa benéfica o medioambiental, o colaborando con otras marcas o entidades afines, generando así un impacto positivo y diferencial.
  • Experiencias o contenidos adicionales, como envíos gratuitos, envoltorios personalizados, muestras o regalos sorpresa, tutoriales o consejos personalizados, etc., creando así un valor añadido y una conexión emocional con el cliente.

En definitiva, D2C y el Black Friday no tienen por qué ser incompatibles, siempre y cuando se planifique con antelación y se tenga claro el objetivo y el mensaje que se quiere transmitir al consumidor. De esta forma, se puede aprovechar esta fecha para generar ventas, visibilidad y reconocimiento, sin renunciar a la esencia y la personalidad de la marca. Y recuerda que, si quieres elevar el crecimiento de tu e-commerce, tan solo hace falta que te pongas en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte a impulsar tu negocio en estas fechas!

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